La epopeya de Artigas: historia de los tiempos heroicos de la República Oriental del Uruguay, Volumen2

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Página 624 - ... una sensación desconocida, porque nunca he visto escena más religiosa; creía estar en los tiempos de Abraham, en su presencia, en la de Dios y de la naturaleza que lo revela; la voz de aquel hombre, candorosa e inocente, me hacía vibrar todas las fibras y me penetraba hasta la médula de los huesos.
Página 142 - El jefe de los orientales ha manifestado en todos tiempos que ama demasiado su patria para sacrificar este rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad.
Página 392 - ... que siendo de su agrado entable desde luego las relaciones que puedan convenir a los intereses de la provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas se miraría como un dichoso acontecimiento.
Página 624 - Yo soy muy propenso a llorar, y aquella vez lloré hasta sollozar, porque el sentimiento religioso se había despertado en mi alma con exaltación y como una sensación desconocida, porque nunca he visto escena más religiosa...
Página 403 - Capítulo sesenta y cuatro: que trata de la aventura que más pesadumbre dió a Don Quijote de cuantas hasta entonces le habían sucedido." Sí, aquí es vencido mi pobre caballero; aquí acaba para los hombres, con harto sentimiento de ellos, que pierden con las caballerías de Don Quijote el gusto y la gracia de sus desvarios. (Leyendo:) "Y una mañana, saliendo Don Quijote...
Página 325 - España: pero sean cuales fueren las causas, creo que debemos cortar toda diferencia y dedicarnos a la destrucción de nuestros crueles enemigos los españoles, quedándonos tiempo para transar nuestras desavenencias como nos acomode sin que haya un tercero en discordia que pueda aprovecharse de estas críticas circunstancias.
Página 56 - Ud. mis insinuaciones, cuando a la distancia se desfiguran los sentimientos, y la malicia no \ha dormitado siquiera para hacer vituperables los míos. Pero el tiempo es el mejor testigo, y él admirará ciertamente la conducta del Jefe de los Orientales.
Página 365 - ... la arbitrariedad, y al concurso funesto de tan fatales causas, es que debemos atribuir ese tropel de males y horrores civiles, que nos han cercado por todas partes.
Página 326 - Por otra parte ¡cuánto es humillante para nosotros que la embajada se dirija a Artigas, para pedirle la paz, y no a éste Gobierno!
Página 477 - ... tristísima y desconsoladora situación de ese número de provincias desparramadas sobre la superficie del suelo argentino, que después de su independencia, nunca fueron sino por una impropiedad del lenguaje, ni provincias unidas, ni confederación, ni república, ni otra cosa que catorce pueblos aislados, disconformes en todo, menos en hacerse la guerra sin misericordia y suicidarse sin repugnancia.

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